La Noria, de Jorge Colombo



“LA NORIA”
(Ed. Nuevo Hacer-Grupo Editor Latinoamericano, 2016)

Aunque el Universo, según S.Hawking, pueda expresarse en los términos de una ecuación matemática o en términos físicos; aunque en mi mente no quepa otra excusa a nuestra existencia que no sea unaserie de eventos aleatorios         –azarosos– entramados en la incontenible y ubicua naturaleza de los procesos del Reino Natural, en sus formas más variadas e inverosímiles; aunque continuamente me halle arrojando por la borda las construcciones fantásticas, mágicas, que invadieron mi mente desde años tempranos en busca de proveerme algún grado de imaginaria protección y de alejar los temores; aunque a ellas se hayan encaramado miedos e incertidumbres que estorban mis pensamientos; aunque duela la soledad sin destino en que se encuentran sumidos mis padres y los suyos, a la cual nos sumaremos todos; aunque acontecimientos de la vida duelan, desgarren y nos demoren, habrá –siempre que nos lo propongamos–, un remanso en algún recodo inesperado de esta suma de voluntades y sinsentidos. Un remanso de fuerza, de vigor, de belleza o dulce alimento a nuestras marchas tenues y transitorias, aunque nos parezcan heroicas y definitivas desde la ridículamente pequeña burbuja de nuestro tiempo individual.

SOMOS NUBES DE POLVO

    somos nubes de polvo
    enjambres de universos pequeños
soberbios
ilusionados por rectas
donde solo hay segmentos
    yace el horizonte
condenado a diarias fracturas
quiebres
esperanzas de nuevos comienzos
que a poco de andar
se revelan efímeros
ilusorios o intransitables
    por allí
libre
omnipotente
transita el polvo disfrazado de silencio
el hombre
tenaz en su esperanza
baja la testa
afirma en la tierra sus garras soberbias
y embiste como el toro
ciego
implacable
pero ingenuo
su horizonte
–taurino e hipnotizante–
...
el tiempo transforma todo
en inacabables universos de silencios
mientras por encima
por sobre el polvo hecho nube
–siempre feroz e irreductible–
seguirá su embestida el toro ingenuo”.
                                                              
POR LAS HENDIJAS DEL TIEMPO

     por las hendijas del tiempo
donde se esconden al acecho
predadores, presas y poetas
ruge hoy inquietante viento
extraño
caliente
abrasador
y carro de tormentas
     ¿de qué pechos ignorados
de qué pulmones milenarios
parte esa suma de voces
débiles
postergadas
pequeñas
que al chocar con las fisuras del tiempo
producen pavor, temblores y tornados
espanta al predador
a las presas alerta
e inspira a los poetas?
     no es nuevo el viento
su edad acumula milenios
la misma que el cobarde
el mentiroso
y el predador
    hoy arrastra tempestades
desde las canteras del África natal
con sus praderas germinales
el aliento del pintor de Altamira
los temores de Lucy y su pareja
el grito silencioso
de los chicos de Bangladesh
la rebelión de tantos marginados
el clamor de los rebeldes
y de justos sacrificados
y el aliento final
de invadidos e invasores
que pisaron y pisan
los hoy diseminados
campos de Pangea
desde el postrer grito
del último Neandertal
     ¿cuánto viento hará falta
cuántas tormentas deberán pasar
por las hendijas del tiempo
–eternas y estrechas–
hasta que los vendavales
se tornen brisa
y héroes los poetas?

BASURALES A CIELO ABIERTO

     basurales a cielo abierto
     supuran arroyos malolientes
que reptan silenciosos
con destino de chozas frágiles
insalubres
intrascendentes
    parque de juegos
    oportuno supermercado de ofertas contínuas
el basural es plaza
es proveedor
es verdugo

     el sol calienta sus caldos
transforma en vahos
los fluidos orgánicos
luego la noche arroja su manto
y el frío apacigua el hedor
el hambre
las fantasías
y el inquieto vaivén
de una pelota
de plástico y alambre
   
     con el sol en su cenit
regresan las horas de las moscas
descalzas ampollas trazan imaginarias sendas
entre descartes acumulados en años
meses
y días
     el tiempo los une
combina
transforma los festines ajenos
en ilusorias meriendas
de bolsas de gases
fluidos
y malolientes restos
     la bronca se amasa en el vientre
sube hasta la garganta
y allí explota
irracional y violenta
o se queda titubeante
entre sedientas
bocanadas de paco
coca
o marihuana

     en algún lugar del mismo planeta
otros seres
sacan a pasear
a las veleidosas pelotitas de golf
     sueñan con vanidades
con canteras de poder
o hipocresías dominicales
que borren acuciantes temores
de supuestos castigos
    conciencias borrosas
ocultas tras mantos de plegarias
abusadas bisagras lumbares
y ritos seculares


Correo electrónico Editorial:
Fernando Jara
Personal

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